Esta es la frase que más me ha gustado de todas las que me han dicho mis alumnos.
Me la dijo un tipo bien majo que se dirigió a mi mesa con los ojos como platos al final de la clase. Era uno de los alumnos de Alcalá a los que trato de enseñar cómo es la gente que compone esos equipos que quieren aprender a gestionar.
Cuando pasen a la práctica, ya verán lo que les espera.
Continuo...
“Os voy a dar una información que os puede cambiar la vida.” Así comienzo siempre la asignatura. Y es que yo me lo creo de verdad, por eso se lo suelto así de sopetón.
Además, con esto logro captar la atención de la mayoría y hacer que levanten la vista de sus portátiles y me atiendan, por favor.
A veces pienso que dar clases presenciales es un reto tan grande como darlas online…
Y es que hay un gurú en estos temas, de nombre Meredith Belbin (https://www.belbin.com/about/belbin-team-roles) que ha estudiado sesudamente cómo interaccionamos los humanos cuando trabajamos en equipo.
Y resulta que ha descubierto, sin saber nada de Eneagrama, que hay 9 roles.
Nada es casualidad.
Estos nueve roles tienen una correlación muy directa con los nueve tipos de personalidad descritos en el Eneagrama.
Repito, nada es casualidad.
Y como yo de lo que sé es de Eneagrama y de cosas de “business”, pues la gestión de equipos me encanta explicarla con el Eneagrama.
Porque pienso que, si el Eneagrama me puede explicar tan bien mis trifulcas con mi pareja o con mi jefe, supongo que podrá explicar igual de bien las dinámicas de lo que ocurre cuando encierras a un grupo de humanos, hembras y machos, a trabajar juntos.
Y efectivamente, así es.
Como os decía, tanto Belbin como el Eneagrama aplicado a la gestión describe 9 roles diferentes dentro de un equipo. Los roles no son más que el papel que solemos adoptar cada uno de forma natural cuando trabajamos con más gente. Nuestro personaje “se pide” ese papel porque es en el que se encuentra más cómodo
Belbin especifica dos tipos de roles:
Realmente ambos tipos de roles son psicológicos porque ambos dependen de cómo tengo programada la mente.
Sigo…
Cuando te pones a currar con otra gente, dependiendo de tu programa eneagrámico-mental, haces una de estas cosas (no me creas a mí, pregunta):
De igual forma, te vas a relacionar con los demás así:
Si no te ves en ninguno, pregunta por ahí a quien te conoce.
Mi querido amigo-alumno, aquel que me vino a decir que acababa de describir su vida al acabar la clase, era un tipo grande, sonriente, pacífico, conciliador. Más majo que las pesetas.
Sí señor, se identificó como un 9 y lo flipó. Después de verse como conciliador, tranquilo, adaptable, mediador, sereno, paciente, relajado, rutinario y darse cuenta de que cuando le exigen saca a pasear a su actitud pasivo-agresiva que saca de quicio a los demás… se quedó boquiabierto.
Además de darse cuenta de su estilo de personalidad, aprendió cómo es su estilo de liderazgo, cómo actúa cuando es un subordinado… dónde la pifia y en qué áreas es realmente bueno.
Ver su cara con aquella expresión como de revelación divina fue algo impagable.
Pero no tiene nada de divino, es todo muy terrenal.
De verdad.
Si quieres averiguar este tipo cosas, dame un toque
Un abrazo
Santi
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